Te proponemos un ciclo formativo en dos años, que sigue el esquema discípulos – misioneros (EG, 14). En el primer año – discípulos podrás trabajar la vocación, la conversión personal, y la pertenencia eclesial. Este primer ciclo se complementa con un segundo año – misioneros que se vertebra en torno a un curso común de pastoral juvenil, junto a otros de libre elección.